La falta de mercadería genera inconvenientes en todos los rubros

Desde los sectores que conforman la Institución expresaron que prácticamente todos los rubros están teniendo inconvenientes, los proveedores no pueden entregar insumos ni mercadería por demoras en la logística, alteraciones en la capacidad operativa de las grandes industrias nacionales que actualmente están muy por debajo de su capacidad con reducción de personal por la pandemia y a esto se suman los protocolos y restricciones en las importaciones, desde productos terminados hasta componentes para cadenas productivas o fabricación.

Las autoridades de la CCIA comentaron que la problemática se observa en tres sentidos:

  1. La menor disponibilidad de mercadería afecta con más énfasis a proveedores de la construcción y a vendedores de artículos electrónicos y electrodomésticos.
  2. Las trabas a las importaciones tienen una gran incidencia y las empresas industriales trabajan a un menor ritmo por la afectación del Covid-19, tanto en el personal como en la cadena de proveedores, lo que provoca faltantes.
  3. Aumenta la demanda ya que hay muchos ahorristas volcándose al consumo por no poder comprar dólares y eso potencia el aumento de los precios.

Desde el sector de ferreterías y construcción comentaron que un alto porcentaje de lo que se vende es importado o tiene insumos traídos del exterior y constantemente se cambian las listas ya que las marcas van variando los precios cada vez que hay un movimiento en el tipo de cambio. Hay faltantes de hierro y en otros productos entregas muy demoradas

En comercio se ha identificado la falta de algunos productos y marcas combinado con subas en los precios por los ajustes que van realizando los proveedores. De una gran variedad de marcas se observa una reducción significativa acotando las opciones por este faltante, además de la demora en entregas de hasta 120 días. Comentaron que «muchas veces el cliente cree que es el comerciante quien decide aumentar los precios, sin embargo, nos encontramos condicionados por los ajustes de los proveedores porque no saben a cuánto van a poder reponer mercadería». Esta situación se traslada finalmente al consumidor, quien invierte en productos también por una restricción a la compra de divisas, aumenta la demanda, falta el producto y se da una retroalimentación de la inflación.

Un párrafo aparte merece la situación del comercio minorista, desde la Específica de Comercio comentaron que «los pequeños comerciantes, quienes no tienen el respaldo o capacidad económica como para darse el lujo de no vender o guardar mercadería por la especulación que ronda los precios. Con lo que vende el negocio minorista cubre los costos fijos como sueldos, alquileres o la mercadería comprada (que viene con aumento), no puede guardar productos por varios días, si lo hace pierde liquidez,  por lo tanto si algún cliente percibe en los pequeños comercios que no hay existencia de productos, es debido a falta de stock y no porque el comerciante esté guardando mercadería para venderla luego a mayor precio».

Desde la Cámara de Comercio de San Rafael expresaron la preocupación por  esta problemática que se intensifica en el interior y comentaron que deberían reverse las medidas y burocracia en los trámites para poder importar, así como plantearse desde el Gobierno Nacional un plan económico serio y a la altura de las circunstancias, para bajar la incertidumbre que provoca que muchos sectores aumenten los precios preventivamente. En este sentido se ha solicitado a las Federaciones y Cámara Provinciales y Nacionales que lleven el reclamo a las autoridades.