En estos días, la Unión Industrial de San Juan volvió a reflotar el tema de la Promoción Industrial. En este caso específicamente para la vecina provincia a la que pertenece dicha institución. Las políticas de promoción industrial se impulsaron en la Argentina en 1983 y tenían el fin de fomentar el desarrollo industrial en determinadas zonas del país. Sin embargo, esto provocó grandes inconvenientes en las provincias vecinas que no contaban con dichos beneficios, como lo fue el caso de Mendoza en la región cuyana.
Durante los casi 40 años en los que se implementó la promoción industrial en las cuatro provincias vecinas (San Juan, San Luis, La Rioja y Catamarca), el empleo industrial creció un 278% (7,5% promedio por año) y se crearon más de 47.000 mil nuevos puestos de trabajo. Mientras tanto, en nuestra provincia el empleo industrial creció apenas un 14% (menos de un 0,4% promedio por año). Hasta el año 2010 Mendoza había perdido $10.288 millones en términos de recursos fiscales y $62.224 millones en su actividad económica. La promoción industrial solo logró migración de recursos de una provincia a otra, empobreciendo a Mendoza y sin lograr el objetivo de fondo planteado desde la Nación: un crecimiento sostenido y equitativo en la región de Cuyo.
El Oasis sur de la provincia fue sin dudas quien más sufrió los efectos devastadores de la promoción industrial en Mendoza. El Sur provincial pasó de tener más del 45% del producto bruto provincial a solo el 20 % en la actualidad. A esto se sumó la Ley de diferimiento impositivo que posibilitó grandes implantaciones de viñedos en el norte de la provincia, desequilibrando la economía del sector. Puntualmente, el Departamento de San Rafael pasó de 44.000 hectáreas en producción a sólo 13.000 en la actualidad. Claramente esta situación ha generado un desarrollo profundamente asimétrico en la provincia, con una importante desigualdad en contra del oasis sur de la provincia.
En cuanto al sector productivo en particular, se acrecentó la pobreza de los distintos sectores del Sur Mendocino. Se produjo un lento y pausado despoblamiento de la zona rural. Esto produjo una cuenca diversificada en sus producciones, la creciente predominancia de los minifundios, décadas de movilidad social descendente, baja tecnificación, descapitalización, y migración de trabajadores a provincias vecinas (en especial la Provincia de San Luis), entre otras consecuencias.
A lo largo de esos años Mendoza quedó excluida de la posibilidad de desarrollo y crecimiento debido a que se alentó la competencia desigual entre provincias vecinas con similar matriz productiva y sumió a la provincia a constantes esfuerzos para frenar el éxodo de industrias locales que se iban de Mendoza buscando mejores condiciones para sus negocios.
La reparación para la provincia fue contemplada en más de más de 1.000 millones de dólares e iba a ser a través de la construcción de Portezuelo del Viento la cual iba a ser la mayor obra de ingeniería civil de la historia de Mendoza. Portezuelo del Viento además de la generación de energía, aumentaría la superficie de riego para producción agrícola y ganadera del sur mendocino. Sin embargo, en el contexto del conflicto legal con la Provincia de LA Pampa, esta obra quedó postergada por tiempo indefinido.
Existen cálculos que estiman que las pérdidas económicas ocasionadas, y que no son simples de medir, pero estudios realizados estiman que para la provincia de Mendoza ascienden por encima de los 72.000 millones de dólares (BOMPREZZY y SALGUERO, 2013), y el sur de la provincia la región más afectada.
La construcción de un País federal debe basarse en la equidad que corrija las asimetrías de distancias a los centros urbanos y mercados externos, las diferencias de servicios e infraestructura potenciando los recursos de cada Región. Las Promociones Industriales son la herramienta más alejada de tal objetivo ya que generan condiciones de desarrollo sin sustento a la finalización del régimen y generan actividad desplazando la misma de una región a otra, es decir no genera crecimiento, sino destrucción de una región para desarrollo de otra.