El titular de la Específica de Bodegueros, José Pedro Gómez, fue parte del Almuerzo de las Fuerzas Vivas 2020 y se refirió a cómo ha vivido el sector vitivinícola la pandemia de Coronavirus a lo que vendrá en el futuro cercano.
“Se ha notado que hay aumento en el consumo, se ha despachado más al mercado interno y el exterior, pero el comienzo de la pandemia nos agarró en plena cosecha”, dijo en un comienzo.
“Fuimos catalogados como actividades esenciales, lo que en un primer momento nos dejó fuera de la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), pero eso luego se modificó, aunque no lograron llegar bien a la industria porque hubo mucha discrecionalidad; dejó un sabor agridulce y un poco amargo al final”, agregó.
En relación al aumento del consumo de vino durante el aislamiento, Gómez consideró que “es producto de la cuarentena; cambiaron los hábitos, la familia volvió a la mesa (antes estaba desperdigada) y el vino es un producto de la canasta básica de los argentinos”.
Señaló que también influyó el hecho de que la cerveza es una bebida con alcance en el sector gastronómico (afectado durante un largo tiempo por la cuarentena) y recalcó que “las bodegas que mejor llegaron son las que ya estaban en los grandes canales, porque tuvimos vinotecas cerradas muchos meses y expendio en los supermercados; es otro sabor agridulce porque sirvió para los que ya estaban bien posicionados”.
A modo de balance, destacó que “ninguno de mis colegas está tomando una decisión por lo que vendió en los últimos meses; se aprovechó, pero nadie lo está pensando como tendencia”.
Como exportador, analizó lo que ocurre en otros países con el producto, señalando que “en el comienzo de la pandemia se asustaron un poco, luego las ventas empezaron a subir y en la actualidad el consumo volvió a bajar y se está regresando a niveles normales”.
Por otro lado, analizó las amenazas y oportunidades que se le pueden generar al sector en el actual contexto: “La gran amenaza son los desequilibrios macroeconómicos que tenemos (compramos insumos en dólares y vendemos en pesos) y el hecho de que no hay claridad ni perspectiva de futuro. A ello hay que sumarle la prisión fiscal, convenios laborales viejos y nuevas restricciones para contratar y despedir”, reflexionó.
Si no tenés crédito para crecer y no sumás gente a la unidad productiva, no vas a crecer. José Pedro Gómez.
En cuanto a oportunidades, cerró diciendo: “No todo está perdido ni está muerto quien pelea; si nuestros dirigentes logran balancear el gran problema fiscal con el laboral, estamos en condiciones de salir bien para adelante”.