El día lunes 18 de diciembre se realizó en Champagnera Bianchi un importante encuentro como parte del Plan Estratégico Vitivinícola de San Rafael (PEVI), para comenzar el trayecto hacia una identidad y posicionamiento del Departamento como región vitivinícola a nivel nacional e internacional. Participaron bodegueros locales, Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria, Centro de Desarrollo Vitícola, UnCuyo, UTN, ACOVI, INTA, Corporación Vitícola Argentina, agrónomos y enólogos.
El Plan Estratégico Vitivinícola San Rafael 2030 tiene como objetivo fundamental configurar una estructura organizativa interna, capaz de vertebrar a los distintos actores intervinientes en la cadena vitivinícola, ordenar la producción, potenciar las salidas comerciales de todos los productos del sector, y consensuar acuerdos y medidas encaminadas a buscar un equilibrio entre la oferta y la demanda. La finalidad es afianzar el prestigio del sector vitivinícola de San Rafael y valorizar nuestra producción con un avance significativo en el posicionamiento comercial de los productos vitivinícolas en los diferentes mercados.
El Plan ha sido elaborado a partir del trabajo colaborativo de una ASOCIACIÓN AD HOC (AAH) conformada para tal fin entre más de 25 instituciones públicas y privadas locales. Esta iniciativa comenzó en agosto de 2015 con trabajo conjunto en foros abiertos de discusión en los que participaron alrededor de 300 personas entre productores, bodegueros, enólogos, profesionales y representantes de instituciones vinculadas.
En la jornada que se extendió por casi tres horas expusieron Marcelo Carreton dl Centro de Desarrollo Vitícola, Carlos Brieva de INTA y Silvio Alberto, enólogo de Bianchi. Luego se realizaron dinámicas integradoras para obtener los puntos de vista de los diversos participantes y desarrollar aspectos referidos a las características más significativas de nuestra región: varietales, producción por zona, ventajas relacionadas a la oferta turística, paisajística y gastronómica, en relación a los vinos sanrafaelinos.
El desafío se encuentra en fijar las bases que sustenten la identidad vitivinícola, en aprovechar las inversiones en alta tecnología que las bodegas han realizado y potenciar el enoturismo, la variedad y la calidad de los vinos locales.
Aún queda realizar el trabajo de análisis de toda la información recopilada en el encuentro, para guiar las acciones que desarrollen la identidad de nuestra vitivinicultura, un trabajo que, con gran expectativa, se espera concretar en los próximos meses.