El tipo de cambio, los costos internos y la incertidumbre condicionan la competitividad de los sectores empresariales, los cuales afirman que a pesar de las ventajas para algunos rubros, el impacto trasciende todos los ámbitos y se evidencia en una desproporción de riqueza en la cadena productiva.
La actividad productiva año tras año va evidenciando señales que muestran un debilitamiento progresivo, poca capacidad de sobreponerse y si bien se han desarrollado nuevos rubros e innovación, su falta de impulso no logra compensar el mencionado debilitamiento. La situación es crítica: inflación y tasas de interés a niveles insostenibles, poco acceso al financiamiento, altísima presión impositiva del Estado nacional, provincial y municipal. Todo esto está llevando a la pérdida de rentabilidad de muchas empresas y como consecuencia directa la incapacidad para generar empleo.
Osvaldo Fernández, Presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria de San Rafael expresó que “las empresas hoy operan en un entorno cuyo poder de compra está limitado, todo está interrelacionado, cruzado por lo social y las condiciones de la comunidad en la que se insertan las actividades económicas. Desde la Cámara decidimos hacer una aproximación a los diferentes escenarios a través de un trabajo con los Directores, para conocer el impacto en las empresas locales.”
La Cámara nuclea un amplio espectro de actividades, que en distintas medidas de ven afectadas por la situación, como la actividad agrícola, donde se expresó que la adquisición de insumos es complicada, a pesar de que los productos que se exportan se ven beneficiados, hoy el desafío se encuentra en llegar a la cosecha haciendo frente a los altos costos que aumentan y lamentablemente se debe reducir al mínimo el personal. Un punto crítico es el pago en cheques que reciben los productores, quienes han financiado su producción hasta febrero, ocasionando una gran pérdida económica por la devaluación lo que plantea un escenario complicado para las fincas. Por su parte los hortícolas comentaron que la inflación y los costos los llevan a la descapitalización y la poca certeza de precios que depende de la industria que maneja la cadena, a menos que se produjera alguna contingencia climática que aumentara el valor de los productos.
En cuanto a la ciruela las empresas afirman que la coyuntura es positiva con una variación en la integración de la cadena productiva, que va desde la producción con un beneficio acotado, hasta los exportadores que son quienes van a percibir la mayor utilidad.
El vino y la uva también se manifiesta con variaciones, el stock de uva va a determinar la suba o la baja de acuerdo a la disponibilidad, mientras que el vino verá disminuido su consumo interno y manifestará condiciones positivas a las bodegas que exporten.
En relación al turismo, si bien la crisis cambiaria afectará directamente la posibilidad de realizar turismo en el exterior, se pronostica un aumento de visitantes argentinos en San Rafael, sin embargo se espera una baja del consumo durante la estadía, esto quiere decir que a pesar de tener más turistas, estos reducirán sus gastos, afectando al comercio, la gastronomía, el enoturismo y los servicios. El sector plantea la gravedad y ante todo la incertidumbre con la que se vive la próxima temporada, la gente deja de gastar en esparcimiento y pueden verse afectados los empleados de temporada ante la reducción de puestos requeridos. Otro aspecto es la variación de los costos de insumos para abastecer cabañas y restaurantes, que finalmente incide en los precios al público, disminuye el consumo y baja la rentabilidad.
En el ámbito de las carreras y cursos relacionados a gastronomía y oficios, se ha observado un aumento de matrícula debido a que la gente opta por prepararse y adquirir habilidades que permitan una posible salida laboral.
La ganadería afirma que hay grandes costos en cuanto al maíz (que se cotiza en dólares), lo que incide directamente en el costo de producción del ternero, siendo la alimentación el aspecto más relevante. Esto produce una variación en el precio del ternero, en relación con el mercado interno que tiende a la baja y la exportación que se muestra positiva. De allí se establecerá un punto de equilibrio en el mediano plazo y desde el sector entienden que el producto va a tener un buen precio.
En cuanto a Infraestructura y obra pública, uno de los pilares en los que trabaja la CCIA, se prevé una fuerte baja en la obra pública, lo que generará mayor desocupación y menor calidad de vida. Desde la Cámara se continuarán implementado acciones para que las obras esperadas y necesarias para el desarrollo regional, se vean concretadas tal lo prometido oportunamente. En relación a esto la situación de las constructoras evidencia falta de precios certeros de sus proveedores, el corte de cuentas corrientes y el acortamiento de plazos de pagos de insumos para obras, sumado al desfasaje en los contratos de obra pública.
El comercio expresó la preocupación ante la situación que afecta directamente a los artículos importados, ferretería, bazar, aluminio y acero inoxidable entre otros, los precios aumentan y de allí se desencadena una baja de consumo, alrededor de 50%, lo que deriva en la falta de reposición y caída de venta en las distribuidoras.
Un dato que ha llamado la atención al comercio es el pico de ventas de los últimos días en cuanto a productos electrónicos y artículos del hogar. La gente busca comprar antes de una mayor actualización de precios. Sin embargo se espera una baja en los próximos días.
Las empresas de metalmecánica reconocen que hoy existe en el rubro una rentabilidad superior a la común, pero se presenta como algo efímero, hay consecuencias más graves que tienen que ver con no poder sacar adelante el proyecto de País que se esperaba, con pérdida de la cultura, menos educación y obras.
En el documento elaborado por FEM UIM y CEM se expone que es una visión sesgada pensar que la generación de empleo, inversiones y desarrollo es sólo una responsabilidad del sector empresario. Sólo podemos desarrollarnos en condiciones de competitividad con estabilidad económica que posibilite proyectar a mediano y largo plazo en un marco de reglas de juego claras (generadas en el trabajo conjunto y consensos de los diferentes actores) que se mantengan en el tiempo, algo que en los últimos 20 años no hemos logrado como país ni provincia. “Hoy la Cámara está alineada a la opinión de estas entidades, como parte de la trama económica de Mendoza” comentó Fernández y finalizó diciendo que “la herencia, el entorno internacional, la actual administración del Estado, son sólo algunas causas de la actual crisis argentina, se esperan efectos en lo social, falta de trabajo y actividad económica fuera del marco legal, sin embargo una de las mayores preocupaciones es la generación de empleo que hoy no se puede asegurar desde lo privado. De todos modos las empresas siempre han resistido en las crisis y continúan dando batalla a la dura realidad, generando recursos que sostengan la economía en la mayor medida posible.”
